La era del menú impreso ha quedado atrás. Los restaurantes y hoteles más innovadores del mundo están adoptando cartas digitales en video, donde los platos cobran vida en pantalla y despiertan los sentidos del comensal antes del primer bocado.
La industria HORECA vive una transformación visual sin precedentes. Lo que antes era una simple carta de papel o un código QR está evolucionando hacia menús audiovisuales que muestran los platos en movimiento, destacando texturas, colores y aromas de manera casi sensorial. Esta tendencia, que ya gana terreno en Europa y América Latina, busca no solo informar, sino emocionar al cliente y elevar su expectativa de consumo.
Según la asesora gastronómica Alejandra Anson, esta innovación “activa el deseo inmediato del comensal” al conectar la vista con el apetito. Los menús en video no solo son más atractivos, sino también estratégicos: permiten mostrar ingredientes, técnicas de cocción y storytelling del plato, generando una experiencia inmersiva que refuerza la identidad de marca del establecimiento. La decisión de consumo, hoy, se toma en segundos… y el video es la nueva carta de presentación.
Para el sector hotelero y gastronómico, esta tecnología representa una poderosa herramienta de marketing. Los menús audiovisuales pueden integrarse en tablets, pantallas interactivas o incluso en habitaciones de hotel, mejorando la comunicación con el cliente y potenciando las ventas cruzadas. Además, abren espacio para alianzas con productores, marcas de alimentos y distribuidores que buscan mostrar su valor agregado dentro de la cadena HORECA.
Desde el punto de vista operativo, la carta en video también simplifica actualizaciones, evita el desperdicio de papel y refuerza el enfoque sostenible. En un mercado cada vez más digitalizado, el uso de recursos audiovisuales permite mantener el dinamismo del negocio y adaptarse a las nuevas preferencias del consumidor postpandemia: experiencias rápidas, visuales y auténticas.
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El futuro del servicio gastronómico ya está en movimiento. Es momento de que restaurantes, hoteles y proveedores de alimentos apuesten por la innovación visual y conviertan cada plato en una experiencia audiovisual que inspire, conecte y venda. Porque en el nuevo lenguaje del gusto, ver también es saborear.
